Aquí comparto las maneras que guían mi proceso creativo :

Bajar de la nube

Los resultados exitosos siempre me nacen después de hacer hacer y hacer. Tengo muchas ideas, pero no puedo saber si algo funciona realmente hasta ponerlo en acción. Empiezo y confío en el proceso. Las imágenes siempre surgen de la experiencia de detener la mente y aterrizar los pensamientos que he estado coleccionando, bajarlos de mi nube y llevarlos a cabo. 

Clases forever

Nunca termino de aprender, he tomado clases desde los 7 años y cada taller ha sido un desafío. Me fascina la experiencia de compartir procesos con mis pares y cada profesor que he tenido ha sido un aporte independiente de su estilo. Una conversación, aprender otra técnica o  intercambiar puntos de vista siempre suma, es imposible no inspirarse. Para mi es fundamental interactuar y colaborar con otros.

+ de 1

Siempre trabajo en mas de una imagen de forma paralela para mantener el flujo creativo y tener libertad de acción. Esto me ayuda a no estancarme, a no cerrarme  en la idea fija de lograr que ese único cuadro salga adelante. Si algo no esta fluyendo, cambio, le doy espacio, pero sin la necesidad de parar de trabajar. Luego lo retomo en otro momento. 

Desafío

Cada cierto tiempo salgo de mi zona de confort, como una manera de mantenerme en constante evolución. Puede ser un cambio drástico de formato o técnica,  o incluso la temática y me obligo a encontrar nuevas formas de resolver.  Al romper descubro resultados diferentes y me replanteo lo que conozco, y es ahí donde aprendo y avanzo, llevándome a descubrir nuevas posibilidades. 

Creatividad Secuencial

Cada imagen que hago es inspiración para la siguiente, aunque a veces terminen en el basurero o de fondo para otra cosa. En el taller no existe el tiempo perdido porque toda experiencia aporta. Intento ver mis pinturas como parte de un todo, como un proceso infinito donde cada obra es una sección del camino que sirve de aprendizaje o incluso inspiración para lo que viene.